Wednesday, January 27, 2016

“Son compatibles los Cancerígenos Ocupacionales con la Salud y la Seguridad en el trabajo?”

Escrito en Julio del 2012

Abstract

El listado de sustancias, mezclas o circunstancias de exposición que son clasificadas como comprobadamente cancerígenas para humanos por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC – Grupo 1), crece año tras año; esto sin contar las que aparecen clasificadas como probables carcinógenos para humanos (Grupo 2A de la IARC) o las que están en la lista de prioridades para futuras investigaciones, por evidenciar carcinogenicidad en animales. Muchas de ellas se encuentran presentes en los ambientes ocupacionales de diversos sectores de la industria o la minería. Existe controversia sobre si para este tipo de sustancias existen o no valores límite umbral. Algunas de estos elementos están presentes naturalmente en el medio ambiente, por ser recursos naturales y ser arrastrados por mecanismos de erosión hacia el aire que respiramos; algunos autores consideran que creer que se puede conseguir un nivel de “cero riesgo” es una idea errónea que posiblemente conducirá hacia un camino equivocado. Para muchos sectores productivos, es inevitable el uso de sustancias clasificadas como cancerígenas. El sistema de pensión especial para actividades de alto riesgo, genera presiones sobre el reconocimiento de la exposición a sustancias comprobadamente cancerígenas y la consecuente obligación prestacional de 10 puntos a cargo del empleador; definir que es estar expuesto, ha sido el problema de este sistema.  Cabría preguntarse si con los actuales adelantos en materia de control de riesgo, el área de salud y seguridad en el trabajo estaría en capacidad de manejar con seguridad estas sustancias? Es ético que la industria utilice estas materias primas o que se exploten minerales que tienen la misma condición? Se puede aplicar el concepto de valores umbrales para las sustancias cancerígenas? Este trabajo presenta una posición basada en la realidad de la industria y plantea la posibilidad de darle un uso seguro a todas las materias primas y sustancias, en concordancia con planteamientos realizados por el Ministerio de la Protección Social en Colombia.

Palabras clave
Cáncer, Cancerígeno, Ocupacional

Introducción
El cáncer es una enfermedad común en todos los países del mundo. La probabilidad de que una persona desarrolle cáncer por la edad de los 70 años, varía entre un 10% y 40 en ambos sexos. En promedio, en los países desarrollados, una de cada cinco personas morirá de cáncer; esta proporción es aproximadamente uno de cada 15 en los países en desarrollo (1).




Tabla 1: Casos de cáncer por edad en los Estados Unidos (casos por 100,000 personas).

La importancia de los factores ambientales como causas de cáncer en humanos, ha sido demostrada por estudios epidemiológicos que relacionan agentes en particular con determinados tipos de cáncer. Se han hecho intentos para estimar numéricamente la contribución relativa de esos factores con el 80 o 90% de tumores malignos que podría atribuirse a factores ambientales. El patrón varía, por supuesto, de una población a otra acuerdo con las diferencias en las exposiciones y posiblemente, en la susceptibilidad genética a varios tipos de cáncer. En muchos países industrializados, sin embargo, el tabaquismo y factores de la dieta pueden ser responsables cada uno, de aproximadamente un tercio de los tumores determinados por factores ambientales (Doll y Peto 1981), mientras que en los países en desarrollo el papel de agentes biológicos es probable que sea de gran proporción y la del tabaco relativamente pequeñas (pero en ascenso, tras el reciente aumento en el consumo de tabaco en estas poblaciones).

El cáncer es un grupo de enfermedades diferentes que tienen la misma característica, el crecimiento incontrolado y la proliferación de células anormales. Cada tipo de cáncer puede tener su propio conjunto de causas. Muchos factores juegan un papel en el desarrollo del cáncer. La importancia de estos factores es diferente para los diferentes tipos de cáncer. El riesgo de una persona de desarrollar un cáncer en particular está influenciado por una combinación de factores que interactúan en formas que aún no han sido entendidas completamente (2). Algunos de estos factores, son:

  • Las características personales tales como edad, sexo y raza;
  • Antecedentes familiares de cáncer;
  • La dieta y los hábitos personales como el tabaquismo y el consumo de alcohol;
  • La presencia de ciertas condiciones médicas;
  • La exposición a agentes cancerígenos en el medio ambiente; y
  • La exposición a agentes cancerígenos en el lugar de trabajo.

Existe controversia sobre la proporción de casos de cáncer que pueden ser atribuibles a exposiciones ocupacionales. Varias son las características de este tipo de lesiones, que hacen difícil hacer estas estimaciones:

  1. La latencia en el desarrollo del cáncer. El cáncer ocupacional por lo general, se hace evidente mucho después de la exposición inicial a los carcinógenos; este intervalo puede variar de 5 años a más de 40 años, por lo que es difícil caracterizar las exposiciones del pasado.
  2. Influencia de la exposición a múltiples cancerígenos. Los enfermos de cáncer, pueden haber estado expuestos ocupacionalmente a muchos agentes cancerígenos, la interacción entre estos agentes o entre ellos y otros factores podrían incrementar enormemente el riesgo de cáncer.
  3. Influencia de los factores del comportamiento. El humo del tabaco, las bebidas alcohólicas, y los hábitos alimenticios también influyen en el desarrollo del cáncer. Por otra parte, estos factores como el humo de cigarrillo interactuando con agentes físicos y químicos en el ambiente de trabajo, incrementan el riesgo de cáncer.
De otra parte, las limitaciones para documentar la naturaleza y la extensión de la exposición etiológica, dificulta establecer asociaciones epidemiológicas (causa-efecto). Los siguientes factores, contribuyen:

  1. Errores en el diagnóstico y la clasificación del cáncer. Neoplasias poco comunes son a menudo mal diagnosticados, incluso diagnósticos correctos puede estar mal clasificados según la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).
  2. Fallas al diligenciar las historias laborales. En sólo unos pocos casos se recopila la información sobre la historia laboral de las víctimas del cáncer, por lo que para muchos casos, las asociaciones con carcinógenos ocupacionales no son evidentes.
  3. La dificultad para evaluar la exposición cuantitativamente. Los resultados de las mediciones ambientales y los niveles y duración de la exposición, por lo general no están disponibles. En consecuencia, la capacidad para definir las relaciones dosis-respuesta ha sido muy limitada.
  4. La frecuencia de determinados tipos de cánceres. La etiología ocupacional de un cáncer muy raro, debido a un agente específico (por ejemplo, hemangiosarcoma del hígado debido al cloruro de vinilo) es mucho más fácilmente documentada que la etiología laboral de un tipo de cáncer potencialmente causado por varios factores (por ejemplo, el cáncer de pulmón asociado con la exposición a cromatos).
  5. El "factor de dilución”. Diferencias altamente significativas en las tasas de cáncer entre los pequeños subgrupos de una población puede ser pasada por alto debido a que estas tasas afectan ligeramente la tasa global de cáncer en un gran estudio poblacional.
A pesar de estas dificultades, varios intentos se han realizado para estimar la proporción de los cánceres relacionados con la ocupación. Estas estimaciones abarcan una amplia gama, desde menos del 4% a más del 20%. Si bien estas estimaciones son imprecisas, obviamente, no quedan dudas que los factores laborales se relacionan significativamente con un mayor riesgo de cáncer. Por otra parte, en grupos particulares de trabajadores expuestos a agentes carcinógenos específicos, la proporción de quienes finalmente desarrollan cáncer de origen profesional puede ser grande (3).

No es fácil precisar una de definición de carcinógenos ocupacionales; la mayoría de exposiciones ocupacionales también están presentes en los ambientes generales y/o en productos de consumo. De igual manera, la mayoría de exposiciones ambientales y productos de consumo (incluyendo medicinas, alimentos y otros), se pueden encontrar en ambientes ocupacionales. Las distinciones pueden ser bastante arbitrarias; por ejemplo, mientras que el humo del tabaco, la luz solar y los medicamentos inmunosupresores no son principalmente considerados como exposiciones ocupacionales, hay trabajadores cuyas ocupaciones los ponen en contacto con estos agentes.  Asimismo, si bien los asbestos, el benceno y el gas radón se consideran cancerígenos ocupacionales, también se encuentran ampliamente entre la población general, y de hecho es probable que muchas más personas están expuestas a estas sustancias fuera que dentro del ambiente laboral. Dentro de todas las sustancias presentes en los ambientes ocupacionales de las cuales no se tienen datos relativos a la carcinogenicidad en humanos, hay cientos de ellas que han demostrado ser cancerígenas en animales y miles de ellas han demostrado tener algún efecto en los ensayos de mutagenicidad o genotoxicidad.

La exposición ocupacional se define como cualquier contacto entre el cuerpo humano y un agente potencialmente dañino o el medio ambiente en el lugar de trabajo. La probabilidad de que un trabajador desarrolle cáncer está influenciada por la dosis total recibida del carcinógeno, la potencia del carcinógeno, la presencia de otros riesgos (en particular el consumo de tabaco), y la susceptibilidad individual. El exceso de exposición a agentes carcinógenos puede conducir a cambios a nivel celular, dando como resultado el crecimiento descontrolado de células anormales que invaden y destruyen los tejidos normales (en el pulmón, el sistema sanguíneo, etc.)(4).

La Clasificación de los Cancerígenos

La agencia internacional para la investigación sobre cáncer (IARC) es parte de la Organización Mundial de la Salud (WHO).  La misión de IARC es coordinar y conducir la investigación sobre las causas del cáncer humano, los mecanismos de la carcinogénesis, y desarrollar las estrategias científicas para el control del cáncer.

La IARC tiene varias unidades de investigación, una de ellas: la “Unidad de Identificación y Evaluación Carcinogénica”.  Esta unidad de investigación trabaja en el análisis razonado de información sobre los agentes carcinógenos humanos probados y posibles, y la necesidad de determinar los riesgos que se presentan por la exposición a los factores de productos químicos, físicos y biológicos.  Las fuentes de tales exposiciones son variados: el lugar de trabajo, el ambiente o los estilos de vida individuales (bebidas alcohólicas, cigarrillo, dieta, etc.).  Las evaluaciones científicas independientes del poder carcinogénico de tales exposiciones, se pueden utilizar como una base para la información, regulación y legislación por la comunidad investigativa, las autoridades nacionales y las organizaciones internacionales.

El trabajo principal de la unidad es la producción de las “monografías” IARC, una serie de evaluaciones de riesgos carcinógenos a los seres humanos.  Desde su inicio en 1972, el “programa” ha repasado más de 900 agentes, y las monografías de IARC han llegado a ser bien conocidas por su minuciosidad, exactitud e integridad.  Con estos datos, hay una oportunidad de proporcionar la información significativa para las naciones al calibrar el grado del riesgo a sus poblaciones con respecto a las sustancias identificadas como peligrosas.  La información referente a la ruta de la exposición a los seres humanos, condiciones reales durante el uso, exposición acumulativa al agente, farmacokinesis con respecto a su suerte en el anfitrión humano, está en muchos casos disponible para el análisis completo del riesgo. 

La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, 2010) ha clasificado a 165 agentes químicos o biológicos como carcinógenos humanos conocidos o probables, y la exposición a muchos de estos agentes carcinógenos (por ejemplo, asbesto, cadmio y el benceno) se producen en el ambiente laboral.


Cómo se debe Interpretar la clasificación de la IARC?

Según lo evaluado en Monografías de IARC Los volúmenes 1-100, las listas contienen todos los agentes, mezclas y circunstancias de las exposiciones evaluadas hasta la fecha como el “grupo 1” (carcinógeno a los seres humanos).

La lista fue actualizada por última vez el 30 de agosto de 2010.  Ahora contiene 107 agentes, mezclas y actividades clasificadas en el “grupo 1 - carcinógeno a los seres humanos”. Estos agentes se dividen en tres secciones: “Agentes y grupos de agentes”; “Mezclas” y “Circunstancias de la exposición”. Para propósitos ilustrativos se indican algunos productos de estas tres secciones:

Agentes y grupos de agentes:
Asbestos
Benceno
Berilio
Cadmio
Cromo (VI)
Terapia con estrógenos, postmenopáusica.
Terapia de estrógenos – progestágenos para la menopausia.
Anticonceptivos orales (combinados) de estrógeno-progestágenos.
Polvo de sílice cristalina, en forma de cuarzo o cristobalita.
Cloruro de vinilo
X-radiación y radiación gamma

Mezclas:
Bebidas alcohólicas
Mezclas analgésicas que contienen phenacetin
Pescados salados (al estilo Chino)
Humo del tabaco
Polvo de madera

Circunstancias de la exposición:
Producción del aluminio
Producción de carbón
Fabricación de botas y zapatos
Fabricación de muebles y gabinetes
Fundición del hierro y del acero
Pintor (exposición ocupacional)
Industria de goma
Radiación solar
El humo de tabaco

La clasificación de IARC cubre solamente identificación y caracterización (peligro) de estos agentes, mezclas y actividades.  No incluye grado del riesgo, por ejemplo la probabilidad de manifestaciones tóxicas bajo condiciones reales del uso hoy.  Esto es una distinción importante: el “peligro” no es “riesgo”.  La clasificación de IARC es sobre el peligro, no el riesgo.  De hecho, caracterizar una sustancia peligrosa no es igual a determinar su riesgo verdadero.

La Identificación del peligro es un componente esencial, pero escaso para el grado de riesgo, que abarca también datos de la exposición en un cierto plazo, y valoración del riesgo probable bajo condiciones reales de uso.  Debido a la confusión conceptual y el uso indistinto de los términos “peligro” y “riesgo”, se crea un miedo generalizado en el público debido a la aparición de términos como el de CANCER.  Esta malinterpretación da lugar a menudo a respuestas políticas a dicho miedo, presionando la acción reguladora a los extremosEl uso abusivo del “principio preventivo” (los PP) es un ejemplo de tales situaciones.  Algunos gobiernos y grupos de presión proponen los PP, convencidos de que una interdicción representa la eliminación completa del peligro.  Una visión tan simplista no puede medir el costo/beneficio de una interdicción completa contra el uso controlado, y conduce a resultados desafortunados.  Considere los 90 agentes y lugares del trabajo en donde la exposición a las mezclas se relaciona con las causas de cáncer.  La terapia del estrógeno, los agentes quimioterapéuticos usados en el tratamiento de algunos cánceres, la producción del caucho, la fabricación de zapatos y botas, de muebles y gabinetes y el ambiente del pintor de la casa, están entre los agentes y los lugares del trabajo en donde se han divulgado exceso de cánceres.  La interdicción de estos agentes y los lugares del trabajo podían causar caos global.  Por estas razones, IARC debe incluir declaraciones adicionales en sus documentos para advertir las consecuencias involuntarias potenciales del control o de la interdicción extrema.

Sin embargo, esta información es en gran parte inexplorada en el esquema de la clasificación de IARC.  De hecho, hay que preguntarse por qué el IARC persisten en usar el término “riesgo” en el título y el texto de sus monografías cuando de hecho, no desglosan el significado del término “riesgo” y reconocen que las monografías son un ejercicio de evaluación o identificación del “peligro” del  de cáncer (6). Desafortunadamente, algunos Gobiernos y grupos de presión han utilizado la identificación de peligro para avanzar en atacar el uso de sustancias clasificadas como cancerígenas sin analizar las implicaciones y consecuencias del mal uso del término “riesgo”.

El Desconocimiento de los Efectos de Muchas Sustancias.

Millones de trabajadores de EE.UU. están expuestos a las sustancias que han probado ser agentes cancerígenos en estudios con animales. Sin embargo, menos del 2% de los productos químicos en el comercio han sido probados en cuanto a carcinogenicidad (2).

En la actualidad, en la página del Chemical Abstracts Service (CAS) que es una división de la Sociedad Química Americana, se reporta lo siguiente:

  • Más de 50.000.000 sustancias orgánicas e inorgánicas.
  • 42.541.853 químicos comercialmente disponibles
  • 281.459 Sustancias reguladas o inventariadas; solo el 2% de estas, han sido testeadas para verificar si tiene o no riesgo de carcinogenicidad.

Gráfico 1: Caracterización de las sustancias químicas.

Cada día son adicionadas 12.000 nuevas sustancias al registro CAS (5).

Trabajo con Sustancias Potencialmente Peligrosas.

Al tratar con sustancias potencialmente peligrosas, se utiliza el acercamiento clásico de tres fases (three-pronged):

  1. Identificación del peligro (caracterización): Una fuente del riesgo que no implica necesariamente un potencial para la ocurrencia.  Un peligro produce riesgo solamente si existe un grado de la exposición y si las exposiciones crean la posibilidad de consecuencias adversas.
  2. Evaluación del grado de riesgo: Implica la integración de datos, de la identificación del peligro, el grado de la exposición, y de relaciones de la dosis-respuesta para estimar la naturaleza y la probabilidad de efectos nocivos.
  3. Administración del riesgo: Secuencia de desarrollo continuo de una serie de etapas, para la toma de decisiones. Implica establecer el contexto, identificar los riesgos, analizarlos, evaluarlos, tratarlos, monitorearlos y comunicarlos.
Se debe resaltar de nuevo que el esquema de la clasificación de IARC se refiere solamente a la “identificación del peligro”.  No hace referencia al “grado de riesgo” que, según lo mencionado anteriormente, debe incluir varios componentes de la dosis y de la duración de la exposición.  Por lo tanto, la clasificación de IARC no debe ser utilizada por la acción reguladora como “instrumento para la administración del riesgo” sin el previo análisis del grado de riesgo.

Coexistimos con sustancias naturales cancerígenas en nuestro medio ambiente. Para poder enfrentarnos a ellas, debemos calcular el riesgo asociado a la exposición a estas sustancias y utilizar la mejor tecnología disponible para reducir el riesgo a un nivel aceptable. Creer que podemos conseguir un nivel cero de riesgo es una idea errónea que posiblemente nos llevaría por el camino equivocado. El elevado costo y la complejidad de los ensayos en animales nos obligan a utilizar modelos matemáticos para predecir los riesgos de exposición a pequeñas dosis de una sustancia (8).


Los Valores Límite Permisibles

La distinción entre los agentes carcinógenos probables que causan tumores por la interacción con el material genético (genotóxicos) y agentes carcinógenos que causan tumores por otro mecanismo que no implique genotoxicidad (no genotóxicos) es el principal determinante para la selección de las metodologías de evaluación de riesgos. Un agente genotóxico químico o físico tiene la capacidad de inducir mutaciones o también llamado indicador de efecto los cuales están mecánicamente asociados con la formación de las mutaciones (por ejemplo, la inducción de modificaciones del ADN, la reparación del ADN, o de la recombinación).

Para los agentes genotóxicos se considera que no existe un umbral, por la capacidad de inducir daño en el ADN de una manera lineal a la dosis administrada. También es teóricamente asumido que incluso una sola molécula de un carcinógeno genotóxico puede causar una mutación y por lo tanto dar lugar a un aumento de la incidencia de cáncer, aunque el aumento en el riesgo puede ser infinitamente pequeño.


Por otra parte, muchos productos químicos carecen de actividad genotóxica para inducir tumores en los ensayos con animales; su acción primaria no implica la reactividad con el material genético. Hay acuerdo general sobre el hecho que el conocimiento del mecanismo subyacente no genotóxico de tales componentes, justifica la identificación de un NOEL (nivel sin efecto observable) (9).

En los principios de las clasificaciones actuales sobre sustancias cancerígenas (por ejemplo, la IARC), el modo de acción y la potencia de un agente carcinógeno o no son tomados en cuenta, o en el mejor de los casos se utilizan como argumentos de apoyo. Sin embargo, el avance del conocimiento sobre los mecanismos bioquímicos de la carcinogénesis y las potencias diferentes de carcinógenos ha puesto en marcha una reevaluación de los conceptos tradicionales.

Algunos autores promueven que los efectos de todas las sustancias cancerígenas son independientes de la dosis, es decir, no hay dosis umbral o dosis mínima para producir un efecto. A esto se le denomina efectos ESTOCÁSTICOS.  La dosis umbral es aquella que marca el límite arriba del cual se presenta un efecto, y debajo del cual no hay efecto. Esto sería aplicable para los agentes cancerígenos genotóxicos como lo hemos mencionado antes, pero no aplicaría para los que no son genotóxicos.

Los límites de exposición aplicados a los contaminantes ambientales en el lugar de trabajo se basan en la premisa de que, aunque todas las sustancias químicas son tóxicas en determinada concentración cuando la exposición a ellas se prolonga durante un cierto período de tiempo, existe una concentración (es decir, dosis) para todas las sustancias a la que no se produce ningún efecto nocivo, sea cual sea la frecuencia con que se repita la exposición. Una premisa similar se aplica a las sustancias cuyos efectos se limitan a irritación, narcosis, molestias y otras formas de estrés (Stokinger 1981; ACGIH 1994) (10).

Teniendo esto en cuenta, algunos límites de exposición profesional propuestos por distintos organismos normativos a principios del decenio de 1980, corresponden a niveles que, aunque no garantizan una ausencia completa de riesgos, estos riesgos no son mayores que los riesgos profesionales clásicos, como electrocuciones, caídas, etc. Incluso en lugares de trabajo en los que no se utilizan sustancias químicas industriales, el riesgo global de sufrir una lesión fatal es casi de uno por mil. Este es el razonamiento que se ha utilizado para justificar la elección de este criterio de riesgo teórico de cáncer para establecer los TLV aplicados a cancerígenos químicos (Rodricks, Brett y Wrenn 1987; Travis y cols. 1987) (10).

La Guía de Atención Integral de Salud Ocupacional Basada en la Evidencia para Cáncer de Pulmón relacionado con el trabajo (GATISO-CAP), recomienda aplicar los valores publicados anualmente por ACGIH en el texto de los TLVs and BEIs (por sus siglas en ingles). El criterio de uso de los valores límites permisibles para los agentes químicos causantes de cáncer pulmonar se establece bajo la premisa de que la sola presencia o identificación de la sustancia y la potencial exposición del trabajador requieren de una intervención inmediata al margen del valor límite aceptado como referencia.

El Artículo 154 de la Resolución 2400/79 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Colombia, establece sobre las concentraciones máximas permisibles, que las mismas se fijarán de acuerdo con la tabla establecida por la Conferencia Americana de Higienistas Industriales Gubernamentales, o con los valores límites permisibles fijados por el Ministerio de Salud.

Evaluación de los Riesgos

Al igual que con cualquier otra sustancia química y especialmente cuando se trata de una sustancia cancerígena,  se debe realizar una evaluación del riesgo en la cual se debe tener en cuenta lo siguiente:

  • Identificación de la sustancia a utilizar y la justificación de su uso
  • La naturaleza y gravedad de los peligros es decir, es un carcinógeno?
  • Si es factible y razonable la sustitución por una sustancia científicamente reconocida por autoridad competente como inofensiva o menos nociva.
  • Evaluación del riesgo de exposición. ¿Hay trabajadores que pueden estar en riesgo particular, incluyendo los posibles riesgos para las mujeres embarazadas?
  • Identificar las medidas de control por las cuales la exposición puede ser prevenida o si no es razonable y factible, controlada:
    • Prevenir la exposición: Si la prevención no es posible, controlar la exposición a un nivel tan bajo como sea razonablemente posible mediante el uso de alternativas más seguras si están  disponibles; modificar el proceso para evitar el uso del agentes carcinógenos y evitar la formación de subproductos o productos intermedios carcinógenos.
    • Encerramiento total del proceso o de partes del proceso que podrían generar  exposición (a menos que no sea razonablemente posible).
    • Utilización de materiales, procesos y sistemas de trabajo que reduzcan al mínimo la generación de, o reprimir y contener fugas derrames, humos y vapores.
    • Formación y Supervisión
    • El equipo de protección personal puede ser utilizado como protección secundaria, pero nunca debe ser el principal medio de control de la exposición.
    • Precauciones que se deben tener en actividades no rutinarias por ejemplo, en situaciones de emergencia.
  • Uso de equipo de protección personal.
  • Disposición de residuos.
  • Procedimientos de monitoreo, cuando sea necesario.
  • Procedimientos de vigilancia de la salud.
  • Requerimientos de información / formación y supervisión.

La evaluación debe ser revisada:

  • Si existe algún indicio de que las medidas de control hallan fallado, como por ejemplo después de un accidente o incidente o por una acción de monitoreo.
  • Si hay algún cambio en el proceso.
  • Rutinariamente, por lo menos una vez al año.


Iniciativas Actuales del Gobierno Nacional

En junio de 2006 el Ministerio de la Protección Social publicó el Manual de Agentes Carcinógenos de los grupos 1 y 2a de la IARC, de interés Ocupacional para Colombia, para efectos de que se constituya en un documento de referencia y consulta para aquellos interesados en el cáncer ocupacional, tanto en su diagnóstico como en su prevención en el ámbito nacional; adicionalmente, se constituye en el soporte técnico para la elaboración de la matriz de exposición laboral (MEL) a estos agentes (11).

Adicionalmente, se están impulsando otras iniciativas como el Plan Nacional para la Prevención del Cáncer Ocupacional en Colombia; el Plan Nacional para la Prevención de la Silicosis, la Neumoconiosis de los Mineros del Carbón y La Asbestosis; el Sistema de Vigilancia Epidemiológica del Cáncer Ocupacional – SIVECAO; los Proyectos de Reglamento Técnico para el uso del crisotilo y la sílice cristalina en condiciones de seguridad.

Discusión

  • Actualmente se tienen identificadas más de 50.000.000 Millones sustancias orgánicas e inorgánicas.
  • Solo un poco más de 280.000 están reguladas e inventariadas.
  • Diariamente, se añaden 12.000 nuevas sustancias al registro CAS.
  • Solo el 2% de las sustancias reguladas, han sido testeadas para efectos carcinogénicos; del 98% restante se desconoce si tienen o no relación con la posibilidad de generar cáncer.
  • El Grupo 1 de la IARC, progresivamente incrementa el número de sustancias clasificadas como comprobadamente cancerígenas para humanos.
  • El hecho que una sustancia esté incluida en el Grupo 1 de la IARC, no equivale a “CANCER”.
  • Es necesario profundizar en la investigación en Colombia, se sospecha un gran subregistro en la identificación de los casos. Es necesario conocer la verdadera magnitud de la problemática en nuestro país.
  • En diversas actividades del sector informal, la minería y la industria en general de Colombia, se utilizan sustancias clasificadas como cancerígenas con desinformación en muchas ocasiones, sobre los efectos que pueden ocasionar a la salud y las medidas de control que deben ser implementadas para reducir o controlar el riesgo.
  • Las actividades clasificadas como de alto riesgo, están reguladas por un régimen especial de pensión.
  • En muchos procesos, es imposible eliminar la exposición o el contacto con agentes clasificados como cancerígenos.
  • Muchos sectores industriales, fundamentan sus actividades en sustancias, mezclas o circunstancias de exposición clasificadas en el Grupo 1 de la IARC, entonces:
    • Por este hecho, deben ser estigmatizados?
    • Los adelantos en materia de higiene, salud y seguridad en el trabajo pueden apoyar a las empresas para controlar estos riesgos?
    • La reglamentación acompañada de inspección, vigilancia y control, pude ayudar a controlar el riesgo?
    • Es compatible la salud y la seguridad en el trabajo con el uso de sustancias clasificadas en el Grupo 1 de la IARC

Referencias Bibliográficas


1.           Bruce K.Armstrong, Paolo Boffetta. ENVIRONMENTAL CANCER. ENCYCLOPAEDIA OF OCCUPATIONAL HEALTH AND SAFETY. Chapter 2, Part I. Fourth Edition. Geneve : OIT, 1998.
2.           OCCUPATIONAL CANCER. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). [En línea] [Citado el: 14 de 09 de 2010.] http://www.cdc.gov/niosh/topics/cancer.
3.           Leading Work-Related Diseases and Injuries, Morbidity and Mortality Weekly Report (MMWR). Centers for Disease Control and Prevention (CDC). [En línea] 09 de 03 de 1984. [Citado el: 14 de 09 de 2010.] http://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/00000298.htm
4.           Tim Driscoll, et al. Occupational carcinogens: assessing the environmental burden of disease at national and local levels. Geneva, World Health Organization, 2004. (Environmental Burden of Disease Series, No. 6).
5.           CAS Database Counter. Chemical Abstracts Service (CAS). [En línea] [Citado el: 14 de 09 de 2010.]  http://www.cas.org/cgi-bin/cas/regreport.pl
6.           PREAMBLE. IARC Monographs on the Evaluation of Carcinogenic Risks to Humans.  WORLD HEALTH ORGANIZATION. INTERNATIONAL, AGENCY FOR RESEARCH ON CANCER. LYON, FRANCE: 2006. http://monographs.iarc.fr/ENG/Preamble/CurrentPreamble.pdf
7.           Carcinogens. Occupational Safety and Health Administration (OSHA). [En línea] [Citado el: 14 de 09 de 2010.] http://www.osha.gov/SLTC/carcinogens/index.html
8.           Lawrence D.Kornreich . SURVEILLANCE OF THE WORKING ENVIRONMENT. ENCYCLOPAEDIA OF OCCUPATIONAL HEALTH AND SAFETY. Chapter19: Ethical Issues, Part III.  Fourth Edition. Geneve : OIT, 1998.
9.           Risk assessment methodologies and approaches for genotoxic and carcinogenic substance. Scientific Committees on Health on Environmental Risks (SHER). European Commission, Health & Consumer Protection DG. January  2009. http://ec.europa.eu/health/ph_risk/committees/04_scher/docs/scher_o_113.pdf
10.       Dennis J. Paustenba. Occupational Exposure Limits. ENCYCLOPAEDIA OF OCCUPATIONAL HEALTH AND SAFETY. Chapter 30, Part IV. Fourth Edition. Geneve : OIT, 1998.
11.      María Teresa Espinosa, et al. MANUAL DE AGENTES CARCINÓGENOS DE LOS GRUPOS 1 Y 2A DE LA IARC, DE INTERÉS OCUPACIONAL PARA COLOMBIA. Ministerio de la Protección Social - Dirección de Riesgos Profesionales, Instituto Nacional de Cancerología. Bogotá, julio 2006.